lunes, 13 de mayo de 2013

Para cuando despierte de este sueño, todos los personajes que me inventé para pasar el frío y la confusión, habrán cobrado vida y si los encuentro en alguna esquina tendré la duda de si antes ya nos vimos o fuimos algo más que dos , tres, cuatro extraños esperando que cambie la luz.


lunes, 6 de mayo de 2013

Aries: La guerrera interior

Aries nos invita a conectarnos con el fuego interior, con la alegría y el entusiasmos de estar vivas y sentirnos llenas de propósito, es el signo que abre la rueda, es el arquetipo de la niña inocente que sale a jugar al mundo, llena de fuerza y decisión,  y que a veces, al perder el rumbo se vuelve algo imprudente y violenta. 



La energía de este tiempo hay que encausarla, darle una meta para que no se disperse o se vuelva destructiva. Pero ojo que encausar no es reprimir ni controlar, es conectarnos con la esencia, con el latido del corazón y desde ahí movernos, sin que el ego comande la acción. sino que sea el espíritu en su largo viaje nos tome de la mano y nos muestre el camino.

Un día para ser feliz

Por qué no vivir sólo un día a la vez, sólo por hoy darme permiso para ser feliz, para disfrutar, para ser yo misma. 


Reencantarme  con la vida o,  mejor, hacer que la vida se reencante conmigo,  porque la vida pulsa alegría todo el rato, es cosa de reconectarse y dejar que nos lleve en su flujo.

martes, 30 de abril de 2013

Aire puro

La relación con el aire es vital, necesaria, nos oxigena, comunica lo que está adentro con lo de afuera, nos permite elevarnos por sobre lo conocido, ir más allá, proyectar, viajar con el pensamiento. 

Se dice que la cantidad de pensamientos que tenemos es proporcional a la cantidad de respiraciones que tenemos por minuto; hacer una pausa, inspirar profundo, dejar que el aire nos llene, dejar que todo salga, permitir que se haga el vacío. 


Lo importante es  liberarnos del ruido, no enganchar con el chicharreo mental, y por difícil que parezca hay técnicas de meditación, por ejemplo, el gibberish, que nos permite limpiar nuestra mente de todos esos pensamientos que no sirven para nada.  



Poner atención a lo que ocupa nuestra mente,  a qué pensamientos dejamos entrar en nosotros, son como semillas que lanzamos a la vida. Cuidemos todo lo que vamos dejando por ahí sembrado.  




lunes, 29 de abril de 2013

Reconociendo los ciclos.

Una de las bendiciones más grandes de ser mujer quizás sea la maravillosa sincronía que sucede al caminar en armonía con los ciclos de la naturaleza. 

Muchas veces puede que olvidemos la onda conexión que existe entre la tierra, el agua, la luna y nosotras, sin embargo, es cosa de ir recordando (volviendo a pasar por el corazón) para poder entrar en la danza que a todas nos integra. 


Ciclo a ciclo la luna nos va mostrando el camino, hay un tiempo para menguar, soltar lo que ya no nos sirve: otro tiempo para entrarentrar voluntariamente en nuestra oscuridad, sumergirnos en lo profundo y hacer la luz; luego viene el momento de integrar y crecer, tiempo de intencionar con fuerza; y  luego un tiempo para entrar en comunión. 

Cada fase lunar trae su mensaje y su potencial a desarrollar, la sabiduría está en alinearnos con ella y dejar que su flujo nos cambie.  Entonces la memoria se abre, y la vida se vuelve maravillosamente simple, en el aquí y el ahora, dando cabida a  que la conexión nos guíe en lugar de gastar energía forzando los procesos.

El poder de un abrazo.

Nada más sanador que un abrazo bien dado, a prueba de toda resistencia, no se requieren palabras, tan sólo darnos permiso para que los corazones se junten.  Un instante se hace eterno, porque algo se mueve adentro, es la memoria que se abre y nos dice que de ahí provenimos, de ese contacto profundo y sanador y gratuito, porque lo único que cuesta es hacer una pausa, abrir los brazos y acoger al otro. 


A veces, lo más difícil es comenzar por abrazarnos a nosotras mismas, acogernos y aceptarnos tal como somos; entrar en contacto con nuestras más profundas necesidades es el primer paso antes de  compartir esa luz que surge al mirarnos de frente y asumir lo que verdaderamente somos. 

Dar y recibir, así de simple es amar, abrir un espacio dentro de mi para ti, dejar que entres y también atreverme a recibir.  El resto es dejar que todo fluya. 

viernes, 26 de abril de 2013

Ser como el agua

Dejar que las emociones vengan, sentirlas directamente sin juzgarnos, permitir que nos muestren lo que nos sirve ver, observarnos en su espejo  y luego dejar  que sigan su camino, sin aferrarnos ni a la alegría ni al dolor. 

Si lo que aparece al vernos reflejadas es malestar y confusión, significa que es necesario decantar algunos contenidos para que el agua vuelva a fluir clara y la vida recupere su cauce

Sumergirse, bucear en las profundidades y conocer lo que hay en el fondo nos permite recobrar la unidad.  En el flujo de la emoción nos hacemos  libres y conscientes de lo que nos sucede adentro, de la forma en que la vida nos pasa.

La clave: soltar el control racional, dejarnos fluir, ir cambiando de estado. De este modo nos libramos del estancamiento, de los apegos y la enfermedad. La memoria se abre y la conexión se establece. 

jueves, 25 de abril de 2013

¿Dónde va a parar aquello que no nos atrevemos a decir?

En ocasiones por falta de claridad o exceso de timidez no nos atrevemos a expresar lo que estamos sintiendo, vamos guardando todo, reteniendo adentro lo que debería fluir naturalmente


Darnos permiso para expresar lo que nos pasa es fundamental en el camino hacia la integridad,  y si bien es importante el respeto hacia el otro, es igualmente importante decir las cosas por su nombre, no censurarnos por miedo a las consecuencias. El temor es producto del condicionamiento y nos priva de una comunicación real y sanadora. 


 



Es cierto, a veces nos faltan las palabras para expresar  lo que sentimos en el preciso instante, o no nos atrevemos o no sabemos cómo traducir la emoción, sin embargo, lo importante es permitir que en algún momento salga a la luz, ya sea como palabra, como dibujo, como poema, como grito, como salga.

Una vez que la emoción decanta es más simple dejarla salir , porque se ve con claridad, pero si en lugar de eso la relegamos al fondo vamos silenciando nuestro corazón hasta el punto de dejarlo sin medios de expresión, sin latidos.  El olvido de nuestra propia voz nos va desdibujando, dejando al margen de la vida. 

miércoles, 24 de abril de 2013

La diferencia entre "AMOR" y "AMAR"



AMOR es un invento de la cultura para mantenernos atados a una ilusión, existen innumerabless canciones de amor, novelas de amor, películas de amor, etc, y todas estas categorías lo único que hacen es instalar un modelo de relaciones que bien poco tiene que aportar, y que juegan despiadadamente con un montón de estereotipos, nos venden un concepto de las relaciones románticas, con harto drama y confusión. 


AMAR es la expresión vital de lo que somos, es un ejercicio personal, activo y consciente, es compartirse con el otro, ya no desde el estereotipo, sino desde la fluidez del alma y la libertad. 

Es una decisión  permanecer sumidos en roles y mecánicas relaciones por lo demás sin ninguna garantía de felicidad, o pulsar conscientemente por una expresión más auténtica de nuestra emociones y contactos. 

El poder de la palabra.

Que el lenguaje construye realidad es algo que hemos escuchado hasta el cansancio, y sin embargo, muchas veces, seguimos cayendo en la trampa de las palabras que usamos. Es cosa de poner atención a todas las veces en el día que digo "no puedo", "es que yo siempre", "es que a mi nunca", son múltiples las zancadillas que nos vamos haciendo en el camino a la autorealización.

Las palabras son semillas, es lo que entregamos a la vida y se nos devuelve materializado. La primera tarea es corregir la en que  nos referimos a nosotras mismas, "es que yo siempre he sido...", "es que a mi me cuesta", "siempre me involucro con personas...", y dejar de generalizar porque los conceptos tóxicos sólo engendran más toxicidad, ejemplo, "la vida es dura", "los hombres son tontos", "las mujeres son envidiosas", "el mundo es cruel", vamos sembrando nuestro mundo de realidades enfermas.



El Universo NO decodifica, si yo digo "nunca gano nada en los concursos", el mandato que estoy dando es "NUNCA" y por lo tanto no corresponde esperar otra cosa, si no somos capaces de abrirnos en términos conceptuales a una realidad diferente no podremos acceder a ella. Incluso si aún carecemos de la confianza necesario el uso correcto y creativo del lenguaje es una excelente estrategia para comenzar a caminar, porque nos permite desenmascarar el autosabotaje que opera detrás de todo lo que no nos gusta en la vida.


Recordemos también a importancia de decretar en presente, porque si pido algo para el futuro_"yo quiero ser feliz"_ se subentiende que el futuro está por venir pero nunca llega, por qué no ser feliz aquí y ahora, corresponde decirlo en presente _"yo soy feliz"_ Lo mismo para todos los decretos o peticiones que hagamos.


Por otro lado, si bien, nuestra mente configura la realidad, sirve entender que  la "realidad" no es lo que pensamos de ella,  pues que en la medida que vamos soltando nuestros límites la vida se muestra en nuevas dimensiones. Vigilar la calidad de nuestros pensamientos, revisar qué dejamos entrar en nuestra mente, recordemos que la energía sigue al pensamiento y si yo me paso el día entero viendo el noticiario y telenovelas la vida será una mezcla de drama y crimen.

martes, 23 de abril de 2013

Niña buena, niña mala

Y quién dijo que tenemos que vivir fracturadas tratando de "encajar" a costa de nuestra propia esencia???


¿Acaso vale la pena permitir que se nos siga moldeando de una manera que no nos satisface?

BUENA para quién, MALA para quién,  pareciera ser que es un criterio demasiado funcional para ser sano, por qué mejor no cambiar lo bueno y lo malo que es un invento de la cultura , por distinguir lo que nos hace bien de lo que nos hace mal, y que irá cambiando cada vez según el tiempo y la persona.

Y  por mucho que esos condicionamientos los arrastremos desde la infancia, ya no tiene sentido que  sigamos apegando a la norma para obtener cariño y aprobación; es tiempo de recordar que el costo de la domesticación no vale lo que nos quita en libertad y magia.

Ser correctas, apropiadas, no dar problemas, ser simples, son atributos que muchas veces van en contra de nosotras mismas, y son válidos sólo para la comodidad de alguien más, pero qué pasa con lo que "yo" quiero, si quiero ser ruidosa, y reirme a carcajadas, si elijo llorar en público o vestirme de muchos colores, entonces toca elegir lo que a mi me hace bien, lo que llena mi vida de alegría, lo que me proporciona paz, y desechar la tensión y el disimulo.

El agua revuelta no sirve de espejo

El potencial de las emociones es inmenso, así como pueden llevarnos a expresar bellas realidades y ser fuente de creatividad,  también pueden rompernos desde lo más profundo sino nos hacemos responsables a tiempo. 


Al sentir sin juzgar, accedemos a una vía de auto reconocimiento, las emociones nos permiten entender lo que nos sucede adentro y conocer nuevas facetas de nosotras mismas de una manera directa, muchas veces ni siquiera hacen falta palabras, porque el miedo, la pena o el dolor son en general vivencias indescriptibles. Y si bien es necesario traducir lo que sentimos para poder darle un sentido e integrarlo la interpretación racional no nos exime de sentir a fondo. No basta con entender o racionalizar un proceso emocional, porque la razón supone poner distancia de lo que nos pasa y muchas veces es sólo un mecanismo de defensa y nos ahorramos el llanto o la pataleta sin entender el daño que provoca acumularse. 

Las emociones escapan a lo racional precisamente porque pertenecen a otro ámbito de la vida y del ser,  siendo esto último su gran valor, porque de igual forma nos entregan mucha información pero sin dejarnos atrapados en los laberintos de la mente. A nivel simbólico el sentir  se corresponde con el elemento agua, de ahí la importancia de fluir y aceptar el cambio, porque el agua estancada sólo genera malestar, y en lugar de veros reflejadas nos devuelve una imagen confusa y desagradable.

Ahora es tiempo de empezar a decantar, hacernos cargo de la memoria dolorosa que hemos ido relegando a un rincón y que desde el fondo pulsa por ser tomada en cuenta como parte de nuestra historia. Esto no significa echarnos a morir sino simplemente tomar en cuenta ese aspecto subyacente, en apariencia todo está bien pero si empezamos a escarbar podemos descubrir viejas heridas que piden ser sanadas.  

Por sus frutos las conoceréis.


El útero es la casa de la creatividad, allí se plasma nuestra relación con la vida y con el placer; hemos sido bienvenidas con el pulso maravilloso de la tierra y el agua, en íntima conexión con toda la vida;  somos cambio, vida y muerte alternándose, creando, destruyendo, volviendo a crear, sin aferrarnos jamás, de eso da testimonio nuestra luna, mes a mes. 

Ahora bien,  para que nuestra esencia se muestre en su máxima expresión es necesario que caminemos atentas a nuestras emociones, que el agua fluya clara,el libre flujo de nuestras emociones nos garantiza una expresión coherente y la vivencia del presente libres del miedo y de la culpa. 

Haber elegido encarnar como mujeres nos convierte en dadoras de vida, no sólo por nuestra capacidad de traer hijos al mundo, sino porque somos creadoras por naturaleza, la creatividad surge de la relación amorosa con nosotras mismas, con nuestra esencia, honrando y bendiciendo nuestros ciclos. 

Ya sea al cocinar los alimentos, en el modo en que nos vestimos, arreglamos nuestro cabello o decoramos la casa, siempre hay un detalle que tiende hay hermosear la vida, que nos entreteje con dulzura y alegría y deja nuestra huella. Cuando nos sentimos secas es porque algo no está fluyendo, la energía comienza a estancarse cuando nos desconectamos de la emoción. 



Y a continuación conviene preguntarse qué estamos sembrando, qué tipo de emociones alberga nuestro vientre, qué tan felices estamos de ser mujeres, cómo se expresa nuestra femineidad. La fecundidad no tiene que ver con ser madres, sino con ser lo que somos, representantes de la naturaleza, y desde nuestro quehacer sea cual sea generar vida, hacer nuestro aporte. 

Cómo vivo mi proceso menstrual, ¿hay dolor todavía?,  ¿logro materializar mis proyectos?  O algo pasa a mitad de camino y todo se diluye, ¿asumo mi rol de creadora? ¿amo mis creaciones o me parecen engendros? ¿Me asustan los cambios? ¿Qué es lo que no quiero soltar?

La invitación es a gestar y a confiar, muchas veces nos frustramos porque no vemos resultados, sin embargo, hay procesos que requieren tiempo y paciencia para verse realizados y si perdemos la fe a medio camino no alcanzamos a cosechar lo que hemos sembrado. Al igual que la semilla que entregamos a la tierra, hay un momento de misterio, de oscuridad que transcurre en la profundidad de la tierra, donde se produce la magia, la transformación de esa semilla en un nuevo ser. No temerle a la oscuridad, confiar y saber esperar con la tranquilidad que da saber que hemos hecho nuestra parte. 


jueves, 18 de abril de 2013

Qué dice mi cuerpo?

La primera toma de conciencia pasa inevitablemente por el cuerpo; oler, degustar, ver, sentir, escuchar,  son formas de conocer y conocernos, de ahí la importancia de aprender a escuchar los mensajes que nos entrega cada parte y el todo. Es fácil chequear, es cosa de plantearse algunas preguntas. 

¿Dónde me duele?, ¿ Cuándo me duele?
¿Cómo está mi piel? ¿Qué dice mi pelo? 
¿Cómo va la digestión? ¿Qué estoy reteniendo?
¿Tengo molestias menstruales? ¿Soy irregular? ¿Cómo me siento de ser mujer?
¿Tengo problemas para dormir? ¿Aprieto los dientes? ¿Contra quién es la rabia que guardo?
¿Me duele la guata? ¿Me como las uñas?
Soy alérgica, soy asmática, se me cierra la garganta. 
¿Cómo es mi relación con la comida? 
Siento una opresión en el pecho cada vez que ...
Me duele la espalda como si llevara un enorme peso a cuestas. 




Las preguntas suman y siguen, y es cosa de retomar la conexión para conocer las respuestas, y entender que desde el cuerpo también se pueden trabajar aspectos emocionales y mentales, porque así vamos al origen, donde está guardada la información, la memoria dolorosa, las programaciones erróneas que nos enferman; el cuerpo es un terreno privilegiado si de trabajo interior se trata. 

El cuerpo habla fuerte y claro  y sin importar cuanto nos esforcemos en ignorar lo que nos dice siempre se las ingenia para hacerse oír. 


martes, 16 de abril de 2013

Por qué a mi???

Por qué a mi, por qué yo, por qué así, son este tipo de preguntas las que nos formulamos cuando las cosas no caminan del modo en que nos gustaría o de lleno parece que la vida se confabulara en nuestra contra.

Sin embargo, cada evento que nos sucede, cada persona que llega a nuestra vida, y sobre todo, el modo en que nuestras relaciones se desenvuelven es algo que vamos pulsando desde el interior, tal vez no suceda a nivel consciente, pero en el fondo vamos recreando nuestro melodrama interno, nuestras pesadillas afuera, esto obedece a pautas que arrastramos desde la primera infancia, los miedos, las aparentes carencias, las heridas mentales, están detrás de todo lo que nos parece injusto y cruel. Son todos esos temas sin resolver los que vamos acarreando y la vida sólo se encarga de espejearnos.






En ocasiones, inconscientemente vamos buscando lo que nos hace daño, proyectamos afuera a los culpables en lugar de reconocer esa tendencia dentro de nosotras mismas. Si ya no quiero ser más una víctima, preguntarme cada vez, es esto justo para mi??? porque muchas veces corremos tras el desamor, tras la indiferencia, tras el daño esperando que el otro tenga consideración con nuestras necesidades, pero tanto más sano sería comenzar por hacernos cariño, nadie mejor que nosotras para saber lo que nos hace falta. 

La solución no pasa por el otro, lo que no significa que el otro no tenga que ser responsable de sus acciones, pero la primera responsabilidad es con uno misma, con ser honestas con nuestras verdaderas necesidades, en dejar de pedir y empezar a generar nuestros propios recursos, sólo de esta manera va a cambiar lo que vayamos atrayendo a nuestra vida.  

martes, 9 de abril de 2013


SILENCIO Y VIOLENCIA, esfuerzos por domesticar el instinto.

Hay cosas que no se dicen, de las que no se puede hablar, pareciera ser que el sólo pensar en ciertos temas nos hiciera parte de un universo oscuro y prohibido; no se habla del cuerpo, ni de las ganas, ni de la menstruación, no se dice vagina ni clítoris, prohibido nombrar el orgasmo, tampoco se habla de masturbación. Preferiblemente tampoco hablar de nuestras emociones, ni de lo que nos pasa, es demasiada información, qué van a decir los demás, qué van a pensar, que soy demasiado “emocional” como si fuera un defecto ser poco objetivas, o ser objetivas y algo más.

Existe todo ese universo de cosas sin nombrar, para la que no alcanzan las palabras siquiera, un mundo apenas intuido, de sensaciones, visiones, ensueños, un reino misterioso y oscuro como el fondo del mar. Eso es precisamente lo que asusta, incluso a nosotras mismas que a lo largo del tiempo nos hemos ido olvidando cómo traducir lo que llevamos dentro, asusta lo desconocido, lo que no se puede poner en palabras y que a falta de medios de expresión se va tornando sombrío. 



Y es que para llegar a este punto hay todo un proceso de domesticación de por medio, no sólo a través de la historia, porque desde niñas se nos enseña a ser “correctas” y también se nos recalca el costo de no serlo; hay que sentarse de una manera, sonreir, usar las palabras apropiadas, ser condescendiente, “amorosas”, vestirnos “decentemente”, no llamar demasiado la ateción ni ser demasiado inteligentes, a no enrrollarnos. Es como si la cultura deseara producir en serie cosas lindas e inofensivas, una especie de souvenir de la naturaleza, ya no más representantes de la tierra ni hembras de la especie humana, sólo adornos funcionales, una suerte de muñeca inflable, silenciosa, turgente, depilada, sin problemas intestinales ni demandas emocionales, ¿les suena la imagen? PROBABLEMENTE SÍ, pero nada más ajeno a lo que significa ser mujer. No somos caricaturas.

Y ni hablar de los estereotipos reinantes en la cultura_loca, histérica, premenstrual, puta, santa, madre, etc._ la lista es larga, y quizás el más nocivo, el que genera más daño, el que nos ha ganado el nombre de víboras, cahuineras, peladoras, traicioneras; es ésta quizás la peor herida de nuestro género porque nos divide, nos lleva competir y a protegernos las unas de las otras, a pelear por un hombre, a sentir envidia, a traicionarnos. Es la trampa más fértil del patriarcado, la que desarma las redes, porque unidas ni te cuento cómo cambiaríamos el mundo. 

Si pudieran entender que cada vez que invalidan nuestra expresión hay una sutil y no tan sutil violencia, que cada vez que nos instan a pensar que es mejor reprimir la emoción nos están amordazando, nos vamos acumulando, el agua deja de fluir, nos intoxicamos sólo porque ellos no saben dialogar en esos términos.  Y los moldes no son naturales, nos obligan a elegir entre ser un montón de fragmentos en lugar de ser UNA y ser todas, a temer nuestra hondura y multiplicidad, a encasillarnos porque de otro modo pareciese que no podemos encajar. 



Es sólo cosa de pensar que existen productos para menstruar cada 3 meses, para “liberarnos” de la molestia menstrual y de las emociones, sin reparar en lo necesario de dejarnos fluir cada ciclo, productos que nos posibilitan desconectarnos del “malestar” como si el malestar fuera algo externo a nosotras mismas, como si en esos días no hiciera otra cosa más que asomarse. Y en lugar de escuchar ese mensaje interior se nos propone silenciarlo, al igual que muchas de nuestras emociones, que de tan emocionales no calzan con lo que se espera sea funcional, operativo, normal, pero qué es ser normal ¿es acaso violentar nuestra propia naturaleza?, ¿es guardarnos todo y ganarnos un cáncer en un par de años más?, ¿es resentirnos por dentro y poner cara de nada por fuera?, ¿es fingir que nada pasa, de un día a otro, de un instante a otro? Negarnos al cambio es morirnos en vida, es dejar afuera todo lo nuevo, todo lo fresco.


Somos las hembras de nuestra especie y como tales somos naturaleza. La hembra de cualquier especie brilla por derecho propio, es un carnaval de colores, de alegría, de vida,   camina con paso firme, se acicala, no hace ningún esfuerzo por llamar la atención es magnética, tiene plumas, pelaje, una mirada intensa, ya sea a través de un canto sutil o un aullido potente sabe atraer hacia sí lo que le sirve, lo mejor, despliega su ser y su energía se renueva. No podemos vivir amordazadas, tratando de encajar, enfundadas en blanco y negro, rigiendo por pautas preestablecidas en lugar de escuchar nuestro instinto, ya basta de mujeres opacas, sin brillo, de niñas acomplejadas con sus caderas, sus pechos, sus ideas, sus necesidades, sus deseos. 

No confundir “amorosidad” con “complacer”, no confundir “decencia” con “represión”, tampoco “hilar fino” con ser “enrrolladas”, “hablar desde lo que siento” con “faltar el respecto”. Son precisamente esas burdas simplificaciones las que van dañando nuestra expresión y empobreciendo nuestras relaciones, porque dejamos de intentarlo, dejamos de abrir espacios, nos condicionamos, nos vamos amoldando y todo lo demás se nos echa a perder adentro. 

jueves, 4 de abril de 2013

PISCIS :Fluyendo, soltando, sanando.

PISCIS. Fluyendo, soltando, sanando.

Ya estamos habituadas a que los ciclos de agua nos remuevan, al adentrarnos en el territorio emocional, comienzan por remecer la memoria, aflora lo que tenemos guardado, en el alma y en el cuerpo también, porque el código de la emoción se plasma en nuestros tejidos, en cada célula y va entrelazando nuestras vivencias a la materia que nos sostiene.

Es tiempo de revisar nuestras relaciones, la forma en qué elegimos vincularnos e identificar aquellas pautas que muchas veces nos llevan a responder en forma automática, como si en el fondo hubiera un caldo de cultivo emocional que comandara nuestras acciones y nos llevara a decodificar todo de la misma manera, revisar cuando estamos fluyendo con cada instante y cuando nos estamos moviendo desde el miedo, las creencias tóxicas y los aprendizajes insanos.

Piscis no es la emoción individual, está más bien ligada al alma grupal y al inconsciente colectivo, a aquello que heredamos y que nos iguala, nos conecta con ese sustrato emocional que subyace a la especie humana, toda la sabiduría y también los miedos atávicos, los condicionamientos históricos, no en vano venimos saliendo de una era marcada por el sacrificio y la victimización.

Afloran aquellas tendencias emocionales que van más allá de nuestra historia personal, puede ser nuestro linaje, nuestro género, la humanidad misma, pulsando por repetir los viejos hábitos una y otra vez, sin conciencia, de ahí la importancia de hacernos conscientes de aquellas emociones que se disparan de manera automática, el miedo, la rabia, la angustia, etc. Les sugiero confrontare aquellos aspectos incosncientes, que de tan habituales nos parecen normales

No se trata de desechar aquello que subyace a nuestra especie, porque el inconsciente también guarda un enorme potencial simbólico, de sabiduría e instinto, y aquello que nos ha permitido subsistir en el tiempo. La idea es entender que así como la emoción tiene un enorme potencial creativo, también es un campo super fértil para distorsionar la realidad, porque lo teñimos todo de subjetividad, y si la emoción no está sana nuestra vida, relaciones y entendimientos tampoco lo estarán.

No tiene sentido seguir cargando con heridas ancestrales, es una responsabilidad hacer nuestra parte, hacernos conscientes de la raíz del dolor, si es abandono, si es incomprensión, no seguir perpetuando , no alimentar a la víctima . No somos una carencia que necesita ser llenada, no somos niñas chiquitas inválidas, somos mujeres y no por eso no merecemos menos cuidado y cariño; sólo cuidarnos de que la idea torcida del amor que la cultura nos propone (amor=sufrimiento) nos lleve a pensar que es válido sacrificarse por el otro, que es un gesto de amor. Amar es compartirnos desde lo que verdaderamente somos, es el servicio amoroso, el compartir, sin caer en el juego de la importancia personal, sin querer demostrar algo o ganar admiración. De ese modo siempre estaremos llenas de nuestra propia presencia, sin depender de la aprobación de alguien más, moviéndonos desde el corazón nos evitamos el ruido mental que confunde y enreda.

Y sí, piscis también nos amenaza con esos delirios místicos que nos llevan a renegar del ego y querer refugiarnos sólo en la espiritualidad, sin emabrgo, ambas facetas son necesarias, la experiencia humana demanada que haya un “yo”, porque la toma de conciencia es individual y es ese mismo “yo” el que nos permite reconocernos, conectar con el otro y comunicarnos a través del lenguaje. La clave está en no dejar que la personalidad se arranque con los tarros, lograr el equilibrio entre lo que creo que soy y lo que verdaderamente soy. 

Soy una y soy la misma, la clave está en reconocer y recuperar nuestra integridad, entender que la personalidad trabaja en conjunto con el alma, que es lo que nos individualiza, lo que nos permite decir “yo” pero ese yo no está aislado de las demás personas, porque en el fondo hay un alma común que nos reune y la idea es vivir en armonía con lo eterno que hay en cada una de nosotras, con la esencia.



¿Qué hacemos juntando pena o rabia? ¿Para qué sirve? ¿Qué sentido tiene dejar que se acumule adentro toda esa información? Sólo para enfermarnos, para generar  dolor y perpetuar la sensación de estancamiento, si el agua no fluye la tierra se vuelve seca, estéril, nuestra creatividad se estanca, nuestras células se impregnan de memorias tristes, rabiosas, nos resentimos, la sangre se pone amarga, nos pasamos el malestar las unas a las otras, de generación en generación.

Recordar  a través de la sabiduría del agua que la sanación viene de la mano del libre flujo de nuestras emociones, dejarnos fluir, para eso es la emoción para que se mueva todo adentro, para que salga lo que ya no sirve, para nutrir lo que pide ser nutrido. Pero si nuestro sentir no está sano, si el agua no está clara, podemos sentir gran malestar, una suerte de anegación, emociones densas, pegajosas que nos

Dar una expresión creativa a toda esa energía emocional que a ratos nos inunda, pareciera ser la mejor forma de armonizar nuestro cuerpo, mente y corazón. Es difícil ver con claridad a través de las agua revueltas, sirve decantar, sacar afuera, ya sea conversando, gritando, llorando, pintando, bailando, escribiendo, lo que sirva para que la emoción fluya, ayudemos a nuestro corazón en el trabajo de depurar la emoción, de transmutar el primer impulso, elevarnos desde el egoísmo a la compasión, desde la pulsión inicial.

Si el agua se estanca, se estanca la vida, la creación, la alegría. Es necesario fluir, dejar de reprimir las emociones, dejar de temer a la intensidad del sentimiento, pero sin desbordarnos tampoco, el desborde sucede cuando hemos estado sometidas a mucha presión, entonces sale todo de golpe, nos inunda, nos desparramamos sobre el otro; es una responsabilidad no permitir que eso suceda, ir sintiendo y no quedarnos pegadas, ir soltando lo que está puro haciendo bulto, ir sanando la memoria, conectarnos con aquello que sí nos sirve, elegir de manera responsable aquello que sí nos nutre y no continuar operando en automático con la programación que hemos heredado.